Es muy habitual ver como personas que se mueven dentro del ámbito animalista o que tienen cierta preocupación por los animales nohumanos, afirman: “todos estamos en el mismo barco”, “todos defendemos lo mismo”, “todo suma”. Pero ninguna de estas afirmaciones es cierta. No todos estamos en el mismo barco. No todos defendemos lo mismo. No todo suma.
En este artículo hablo de dos formas de ver la explotación animal: desde el bienestarismo y desde el Veganismo.
El bienestarismo se centra en el *cómo* se realiza la explotación, buscando la “reducción del sufrimiento” y el “aumento de la felicidad” de los animales explotados. Ignora otros intereses que tienen, como: el interés en vivir, en disfrutar de la libertad… Quien apoya el bienestarismo (bienestarista) no ve problema alguno en que a animales nohumanos se les crie, prive de libertad, viole, rapte, robe y asesine, para alimentación, vestimenta, entretenimiento…, siempre que se haga dentro de la legalidad vigente o que no se les cause lo que considera que es: un excesivo sufrimiento. El bienestarismo promueve reformas en la esclavitud y explotación animal. Beneficia a quienes viven de la explotación animal y a quienes consumen productos de origen animal (incluidos muchos animalistas), pero no a las víctimas. Legitima y perpetúa la injusticia que representa la explotación animal, al ser vistos los animales explotados, como medios para los fines humanos y ser atropellados sus intereses.
El abolicionismo representado por el Veganismo, entiende que el problema no es el *cómo*, sino el *qué*. El Veganismo reconoce que los humanos no tenemos derecho moral alguno a explotar a los demás animales para nuestros fines y que por ello debemos dejar de hacerlo. Lo injusto no es cómo se realiza la explotación animal, sino que la explotación animal en sí misma es injusta con independencia de los procedimientos que se sigan para llevarla a cabo y de lo cruel que pueda ser, porque atenta contra los intereses básicos de individuos que sienten. El Veganismo entiende que los animales nohumanos tienen un valor intrínseco que debemos reconocer moralmente y que no deben ser considerados propiedades, no deben ser usados de ninguna manera. El Veganismo es incompatible con el bienestarismo, puesto que representan formas de pensar diferentes. El Veganismo persigue la abolición de la esclavitud y explotación animal.
Si en algo te preocupa lo que padecen los animales que son explotados, lo coherente es dejar de consumir productos de origen animal, hacerte Vegano, ayudar a otros para que también lo sean y luchar por la abolición de la explotación animal.
- José Martín, presidente de Tenerife Vegano -
